Es necesario
diferenciar la parálisis cerebral de otras enfermedades que cursan con síntomas
similares como las leuco distrofias. En los casos dudosos se usa la punción lumbar. Se debe comprobar que la
causa del espasmo no sea hidrocefalia o un tumor en un hemisferio cerebral.
Cuando los
espasmos y la debilidad afectan a grupos musculares inferiores al cuello hay
que tener en cuenta las lesiones de médula espinal. La diplejía espástica puede
confundirse con la distrofia muscular. La diplejía atónica debe
diferenciarse de enfermedades neuromusculares de la infancia, como la
enfermedad de Werdnig-Hoffman y la hipotonía benigna congénita. La ataxia cerebelosa congénita se debe diferenciar de
una serie de degeneraciones cerebelosas progresivas.
Si hay más de un
individuo en la familia con déficit motor hay que pensar en una enfermedad
distinta a la parálisis cerebral, ya que no existe la “parálisis cerebral
familiar”.
Para determinar el
diagnóstico de parálisis cerebral se tienen que cumplir tres requisitos:
·
Que el trastorno sea permanente.
·
Que sea de origen cerebral.
·
Que no sea progresivo.
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